sábado, 25 de octubre de 2008

LA CIUDAD DE LAS BESTIAS

¡UFF! ¡QUÉ ABURRIMIENTO! Nubes, nubes, nubes...¿Todas las nubes del cielo se han reunido aquí ? ¿Y Kate? ¿Se acuerda de que estoy a su lado? No, no creo, para ella sólo existe ese pequeño cuaderno en el que garabatea con su letra imposible y diminuta. ¡Y ya han pasado dos horas desde que despegamos y no me ha hablado en todo ese rato! No acabo de creerme que vaya a pasar las próximas semanas en el Amazonas con ella. Hace cuatro días de aquel horrible sueño, aquel gigante pájaro negro, lo más terrorífico de aquel sueño fué que se llevara a mí madre, pero pude despertar de aquella pesadilla.
Cuando desperté me quedé como paralizado, embobado, hasta que ya fué la hora de levantarme. Mí madre no estaba allí, desde que ella tenia aquella maldita enfermedad la casa se veía apagada, sucia, y aquellos marcos que hacia ella, y sobretodo su cariño, ella no tiene tiempo. Mí padre se encarga de nosotros uff!!
No es que no le quiera pero aquella manera de cocinar, que tiene llamando a la pizzería, y la comida sana de mama, como la añoraba.
Después de todo, lo más horrible de aquellos días, fué cuando venia corriendo del colegio y vi a papa, cosa nada normal de el en días de trabajo, entre preocupado y comencé a buscar. Aquella imagen, hizó que me impactara, empujé a mí padre con fuerza, y me fuy llorando a mi cuarto, mí madre trato de explicarme porque papa le cortaba el pelo al cero, pero aquello fué superior a mi. Cogí y encerrado a mí cuarto, con el escritorio en la puerta, comencé a romper la ropa, todas las cosas y arrancar paginas del libro, me corte con aquel cristal, cuando salí del cuarto y baje, estaban allí mí padre y mí madre, lo primero mí padre me limpio la herida y después me explicaron que si yo quería, que mí madre se recuperara tenia que ir a casa de la abuela de papá, cuándo en cambio mis 2 hermanas se fueron a casa de mama. Me toco a mí ir a casa de esta abuela chiflada, no es que fuera mala, sinó que era rara, cojí el avión, y cuando llegué, conocí a una niña que me ayudó, Morgana, esta niña, lo que acabo haciendo es robándome la mochila, bueno en fin en llegar a casa mí abuela.Donde me explicó todos los proyectos, y allí me puse cómodo, me calenté bien para no resfriarme y ella me regalo la flauta del abuelo, ya que como saben todos, a mí me gustaría ser músico como el abuelo. Allí fué donde me entre que híbamos a capturar una bestia y ahora ya estoy en el avión esperando a llegar a aquella selva ¡ Que rápido pasa todo! Y ahora ya estoy aquí en el avión, pero todo esto es por mí madre, porque quiero volver a tener la vida de color que tenia antés.


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